sábado, 20 de junio de 2015

Somos un espejo

Nosotros como padres somos el espejo en el que nuestros hijos se miran; nuestros pasos son los que ellos observan antes de dar los suyos; nuestra lucha es la semilla que plantarán en su interior para aprender a defender sus derechos en el futuro.

Quisiera que mi hijo, de mayor, no se detuviera ante las dificultades y que siempre tuviese fuerzas para defender lo que considere importante. Si desde pequeños les enseñamos a caminar con paso firme y decidido, sin dejarse vencer por los muros que vaya encontrando, quiero pensar que de adultos seguirán teniendo esa misma actitud.

Defendamos a nuestros hijos, no pensemos "a ver qué si mañana mejora todo", sino "¿Cómo puedo mejorar ahora la situación?" "¿Hay algo que yo pueda hacer para solucionar el problema?" Y claro que hay algo que podamos hacer: luchar con fuerza y derribar todos esos muros que nos plantan delante y que tanto daño hacen a nuestros hijos. El momento adecuado es AHORA, no esperemos más, el vaso ya se ha colmado hace mucho tiempo y desborda enérgicamente.

martes, 16 de junio de 2015

Poniendo zancadillas a los niños con AACC en Madrid


Estos días los alumnos de AACC escolarizados en Madrid y sus familias han visto cómo el Gobierno Autonómico les pone otra piedra en el camino: han publicado la Orden 1493/2015, de 22 de Mayo, sobre necesidades educativas para el alumnado de AACC. Esta nueva norma supone muchos pasos atrás en la atención a estos niños, tal y como explican en el blog "AACC, la rebelión del talento" sus autoras:



Contra la orden 1493/2015, BOE 15 de junio 2015, de la CC.MM


Animo desde aquí a todos aquellos que se verán afectados por esta norma, a que no se dejen pisar. Salid a la calle, protestad ante los políticos, enviad cartas de queja a todas partes. No os quedéis parados. Vuestros hijos os necesitan, ellos sólos no pueden defenderse de este atropello. Y desde el resto de España, difundamos y apoyemos estas iniciativas pues "cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar".

martes, 9 de junio de 2015

¡No me conformo!

Imagínate que un día en tu trabajo te obligan a asistir a un curso sobre iniciación a la informática, cuando tú ya sabes utilizar el ordenador e incluso programar en varios lenguajes. Vas al curso y te aburres mucho, pero te lo tomas con paciencia e intentas disimular, para no quedar mal con tu jefe. Cuando termina, te vuelven a apuntar otra vez, y de nuevo escuchas las mismas lecciones, que ya te sabes. Y cuando ya crees que ha terminado todo, tu jefe te dice que tienes que seguir asistiendo a ese mismo curso durante tres o cuatro meses. ¿Qué te parecería? ¿Sería positivo para ti ir semana tras semana a un curso sobre un tema que ya dominas?

Pues eso es lo que le sucede a nuestro hijo de 3 años, y a muchos otros que, como él, tienen altas capacidades. Se pasó el primer trimestre estudiando el nº 1 y el color rojo, cuando él ya contaba hasta 30 y se sabía todos los colores desde los 18 meses. Y lo mismo con conceptos como “arriba”, “abajo”, “dentro” o “fuera”, que ya conocía perfectamente. El segundo trimestre le tocó el amarillo, el verde, y el nº 2, y el tercer trimestre consiguieron llegar al número 3 y ver el resto de colores básicos. Me pregunto, ¿cómo se habrá sentido nuestro hijo todo este curso? Según el colegio, el niño está perfectamente integrado, “no pide más” ni destaca ni muestra aburrimiento. ¿Acaso se espera que con 3 años se atreva a decirle a su profesor que quiere aprender más cosas? ¿Acaso si le piden que escriba el número 1 no lo va a hacer? Por supuesto que lo hará, pero es que nadie le ha pedido que cuente 25 pinturas o que mezcle los colores adecuados para que salga el naranja. Nadie le ofrece aprender el sistema digestivo o cómo funciona el oído… Nadie le explica lo que él desea saber porque tras 10 meses de curso aún no se atreve a hacer preguntas a su profesor, porque, según palabras textuales suyas, “le da vergüenza”. ¿Tendrá confianza para hacerlo el próximo curso? ¿Y el siguiente? ¿Tal vez cuando llegue a Primaria o a la ESO?

No me conformo con esperar a que mi hijo “florezca”. No me conformo con cerrar los ojos ni confiar en que en el futuro no habrá problemas. Nos indican que tenemos que esperar a que el tutor derive a nuestro hijo al orientador cuando "pida más", presente comportamientos disruptivos, desinterés o desmotivación por el colegio, fracaso escolar, etc para entonces tomar medidas. Y mientras tanto, no se hará absolutamente nada. Éste es el resumen de los últimos tres meses, tras la detección de su sobredotación intelectual en un centro privado especializado en altas capacidades. ¿Para qué sirve entonces la detección temprana? ¿No se dice siempre que en la vida es mucho mejor prevenir? ¿Y dónde dice la ley que el niño debe brillar en la oscuridad o comportarse mal para que atiendan sus altas capacidades?

Y cuando el pequeño comience a portarse mal, a suspender asignaturas, a desmotivarse o a rebelarse, entonces nos dirán que no le estamos educando bien, que le consentimos demasiado, que no sirve para el estudio, que los tests anteriormente realizados están obsoletos y el niño ya no tiene altas capacidades, que es hiperactivo… Muchas posibles respuestas con las que intentarán que la culpa recaiga sobre niño y sus padres. Pues bien, como padres, considero que lo mejor que podemos enseñarle a nuestro hijo es a luchar por lo que merezca, a defender sus derechos, a sujetar fuerte el timón, tener claro el objetivo y no rendirse a la tormenta. Y qué mejor manera de que aprenda a hacerlo, que siendo nosotros ejemplo de cómo tomar las riendas.

Cuando un niño es pequeño, aún no tiene las herramientas para defenderse en la vida, y es tarea de sus padres hacerlo por él. Recuerdo cuando yo era niña y la sobredotación sólo me traía problemas: aburrimiento en clase, acoso escolar, incomprensión por parte de muchos profesores. Eran los años 80 y todo esto de las altas capacidades aún era un mundo extraño… Sin embargo, esas experiencias negativas van a tener un aspecto positivo ahora en el siglo XXI, pues me servirán para allanar el camino a mi hijo, para ir siempre un paso por delante de él y anticiparme a los posibles problemas. Así que, aquí estamos mi marido y yo, dispuestos a derribar cuantos muros sean necesario para que al niño se le dé la atención que necesita. No pedimos favores, sólo que se cumpla la ley. Y os animamos al resto de padres en situación similar a que luchéis por vuestros hijos, y que no os conforméis con migajas o buenas palabras. Vuestros hijos os necesitan, dependen de vosotros, confían en vosotros.

miércoles, 20 de mayo de 2015

¿Qué opciones tenemos?

Ante la dificultad que encontramos muchos padres (afortunadamente no todos) para que en los colegios se atiendan adecuadamente las necesidades de nuestros hijos por sus altas capacidades, existen diferentes opciones que podemos tomar. 
 
Una de ellas es quedarse en casa quejándose de la mala suerte que se ha tenido, y confiar en que tal vez el próximo año, el nuevo tutor o el orientador decidan a hacer algo. Esta opción es poco práctica, pues nada os garantiza que las cosas mejorarán el próximo curso, y si seguís esperando, puede que los años sigan pasando y vuestro hijo continúe sin ser atendido.
 
Una opción más interesante es redactar una solicitud dirigida al director del colegio y al orientador, entregarla en secretaría y solicitar que os sellen una copia para tener como resguardo. Si tenéis un informe privado sobre las altas capacidades del niño, entregad una copia junto con dicha solicitud. Una vez hecho esto, el colegio, como cualquier otra administración, deberá responder en el plazo de 6 meses. Así no se quedará todo en intenciones o promesas, tendrán que dar razones por escrito.
 
Si la opción anterior no ha dado resultado y vuestro hijo sigue siendo ignorado, aún hay más cosas que podemos intentar:
 
- Acudir al Equipo Regional de Altas Capacidades (si existe), que son quienes asesoran a los orientadores en su trabajo. Es posible que ellos medien entre vosotros y el orientador, y de esa manera podáis desbloquear la situación. Os aconsejo entregarles un escrito (que os den copia sellada) explicando el problema que tenéis y lo que solicitáis, para que así podáis tener también prueba de haberos reunido con ellos.

- Si vuestro hijo tiene menos de 6 años, tal vez el Equipo de Atención Temprana pueda ayudaros. Contactad con ellos, pedid cita y exponed vuestros problemas y preocupaciones. Ellos son muy sensibles con los niños pequeños y comprenden mejor la necesidad de una atención lo más precoz posible, de modo que si está en su mano hacer algo, seguramente lo harán. Además, pueden emitir dictámenes de escolarización si el niño todavía no va al colegio. Lamentablemente, en muchas Comunidades están intentando desmantelar estos equipos, pasando sus competencias a los Departamentos de Orientación.
 
- Acudir a inspección educativa. En la página web de Educación de vuestra Comunidad Autónoma podréis averiguar el inspector que corresponde al colegio donde está escolarizado vuestro hijo. Le dirigís una solicitud, exponiendo brevemente el motivo y solicitando una cita (de nuevo, obtened copia sellada). Intentad arrancar del inspector el compromiso de que vuestro hijo será atendido adecuadamente, y no temáis insistir de nuevo si al final nada cambiase.
 
- Si a pesar de todos los intentos, las puertas permanecen cerradas, os aconsejo cambiar al niño de colegio, si es posible. No podemos pasarnos la vida luchando contra los elementos sin obtener respuesta, y el niño necesita atención ahora, no dentro de un siglo. Seguro que existe algún colegio al que podáis llevarle en el que estén dispuestos a colaborar para darle la mejor atención posible. Indagad. También podéis apuntaros a una asociación de padres y madres de niños con altas capacidades que exista en vuestra provincia, y tal vez ellos os puedan orientar sobre qué colegios podrían ser más adecuados para vuestro hijo.
 
Y además de las opciones anteriores, os animo a uniros a la queja masiva al Defensor del Pueblo como sugiero aquí: enlace. Es gratuito, no tenéis nada que perder y vuestros hijos pueden ganar mucho si esta queja es admitida a trámite. No lo dejéis pasar, luchad por lo que le corresponde. ¡Es su derecho!

viernes, 15 de mayo de 2015

¡No nos resignemos!

Hoy quería ponerme un poco filosófica para reflexionar sobre la inercia que suele existir en el ser humano en general. Según pasan los años, vamos tratando de encajar las piezas del puzzle de nuestra vida de la mejor forma que sabemos, esforzándonos para que cada cosa ocupe el lugar que le corresponde. Recibimos con alegría las buenas noticias, los cambios positivos, las sorpresas agradables; disfrutamos del tiempo libre, del amor, de la comida, de la amistad.

Pero también somos conscientes de que la vida no es un camino de rosas, que surgen dificultades y piedras en el camino y que tenemos que sortearlas como podamos. Cuando algún revés golpea nuestra ordenada vida, nos quejamos, nos lamentamos y buscamos consuelo en la familia o amigos, pensando por qué nos ha tocado a nosotros y por qué las cosas no pueden ser de otra manera. Y es normal, pues somos seres humanos y por ello poseemos sentimientos y sensibilidad. Pero, ¿es ésa la única opción que tenemos? ¿quedarnos quietos y quejarnos? ¿tal vez soñar con que llegarán tiempos mejores y mientras tanto que nos compadezcan por la mala suerte que tenemos? Estas son opciones cómodas, pero poco prácticas.

Creo que en esos momentos debemos tomar las riendas, el timón de nuestro barco, y dirigirlo hacia puerto seguro. Nadie va a llamar a nuestra puerta para solucionar los problemas en nuestro lugar, somos nosotros quienes tenemos que poner de nuestra parte y avanzar. Si el camino se hace demasiado cuesta arriba, pongámonos el traje de faena, cambiemos los zapatos por unas botas de trote, e iniciemos la subida con energía. Nadie nos garantiza que lleguemos al final, pero por lo menos lo habremos intentado. Aceptemos las dificultades, pero por favor… ¡no nos resignemos!

El problema que nos ocupa en este caso, y que es el motivo de este blog, es la atención educativa adecuada a nuestros hijos por tener altas capacidades. Ellos son menores, aún no poseen las herramientas necesarias para defenderse, pero nosotros podemos y debemos hacerlo en su lugar, somos sus padres y nos necesitan. Si ya tienen problemas, tenemos que ayudarles a solucionarlos, y si hemos intentado muchas opciones, busquemos más. Por otra parte, si por ahora todo va bien, es posible que siga yendo bien en el futuro si no hacemos nada, pero ¿queremos correr ese riesgo con la felicidad de nuestros hijos? ¿preferimos esperar a ver si cae el maná del cielo, o vamos a sembrar las semillas adecuadas, regarlas y luchar para obtener una buena cosecha? 

lunes, 11 de mayo de 2015

Las palabras se las lleva el viento

Hoy quería daros un consejo a todos aquellos padres que estáis teniendo problemas para que atiendan adecuadamente a vuestros hijos en los colegios. Es habitual reunirse con el tutor, con el orientador, con el director, o incluso en ocasiones con el inspector, y a lo largo de dichas reuniones se pueden proponer actuaciones, prometer, hacer planes, etc. Pero lamentablemente, en numerosas ocasiones vemos cómo las palabras se las lleva el viento, y "donde dije digo, digo diego". Y así, entre reunión y reunión, el tiempo va pasando y nuestros hijos siguen estancados en el punto de partida. Muchas promesas pero pocos hechos.

Lo más adecuado en estas circunstancias es dejar constancia escrita de nuestras peticiones, mediante un escrito inicial al director del centro y copia al orientador, en el que se informe de que nuestro hijo tiene altas capacidades y que por ello está considerado como alumno con necesidad de apoyo educativo, de modo que se solicita que sea atendido de forma individualizada y acorde con su ritmo y modo de aprendizaje, tal y como marca la ley. Y si tenéis un informe privado donde se le haya evaluado, lo aportáis junto al escrito, solicitando que se tenga en cuenta y que quede incorporado a su expediente.

De esta manera, podréis demostrar que en tal fecha solicitasteis que a vuestro hijo se le tuvieran en cuenta sus altas capacidades para darle el apoyo individualizado que necesita. Y además, como en el caso de cualquier otra administración pública, el colegio debería responderos por escrito, de modo que no habrá malentendidos con respecto a las acciones que piensan tomar con respecto al alumno.

Que no os dé reparo entregar un escrito; recordad el refrán que dice: "más vale ponerse una vez colorado, que ciento morado".

jueves, 7 de mayo de 2015

Firma la petición electrónica para el Defensor del Pueblo

Recientemente, Blanca ha creado una petición electrónica dirigida a la Defensora del Pueblo, para solicitar una atención digna a los más capaces:


Os animamos a todos a firmar: padres de niños con altas capacidades, abuelos y otros familiares, amigos, etc. Puede firmar todo aquél relacionado de algún modo con niños de altas capacidades, o que simplemente tenga sensibilidad  hacia este tema.

Entre todos podemos cambiar las cosas. ¡No nos resignemos!